Reconociendo mi madurez poco a poco.
Poder disfrutar de esos pequeños momentos que nos dá la vida es una gran regalo de la misma.
El domingo aprendí que no todo está dicho. Uno a veces cree conocer cosas pero la verdad les digo... doy fé que uno no termina de asombrarse, eso es lo bueno de la vida poder descubrir nuevas aventuras, curiosidades... con amigos, con la familia, con quien uno crea lógico.
Recordaré siempre esta salida amena con mi prima Jimena, una salida pendiente hace tiempo atrás que por una razón u otra nunca terminabamos de definirla. Pero bueno, creo que las cosas siempre se dan en el momento que tinen que darse. Este fue un lindo recuerdo como muchos otros; este en particular fue especial. Me sentí bastante madura volviendo a salir a un lugar ya no de chicos sino de personas adultas, eso me hizo dar cuenta que estoy creciendo y que puedo empezar a compartir otras cosas sin prejuicios. Volver a ser yo.
Única y segura de mis actos. Sin arrepentimientos y siendo felíz con cada paso que doy.